sábado, 28 de febrero de 2015


Ahora…

Ahora que ya no estas a mi lado, las horas parecen lentas… ahora que pude tenerte entre mi brazos y besarte me dejas el sabor amargo de esta soledad… ahora camino en silencio y cada pensamiento me lastima… ahora que ya no estás aquí siento llanto en mi corazón…

Ahora que se torna todo en silencio que tu sonrisa se apagó para mí, siento tu respiración y no sé si ya estoy loco pero muchas veces te he visto frente a mí en cada reflejo, ahora siento mis manos solas y el frío de la noche anuncia una tempestad de dolor en mi corazón y lluvia para mis ojos…

Ahora me provoca llamarte y mi voz me quema en mi garganta, ahora que necesito escucharte y ver el brillo de tus ojos frente a mí… ahora siento miedo de esta maldita soledad, ahora el silencio de tu voz me lastima y me quedo callado solo para creer volver a escucharte…

Ahora sé que te perdí, que este amor duro solo un momento, ese momento que para mí siempre perdurara en mi corazón, ahora, la vida se me va, ya mis ojos enrojecidos están y mis mejillas se volvieron grietas de llanto… ahora estoy solo, y la vida aun continuara sin ti…

Tener que vivir de a aquello...

Tener que enmudecer mi boca y no poderte hablar, tener que cegar mis ojos y no poder mirarte, tener que conformarme con vanos recuerdos de vivir un momento efímero junto a ti, tener la manos abiertas frías y solas, queriendo tocar las tuyas y solo está la nada delante de mi…

Tener que solo pensar y dejar morir mis palabras, tener un corazón y no permitirle sentir, tener solo mis recuerdos y asomar mis lamentos a ese vacío en que me dejo tu amor… tener que soportar días de tristeza y soledad, buscar el refugió en mi tonta almohada…

Tener la noche cubriendo mi dolor de una soledad callada, ver que mis sentimientos inocuos se refugian en la melancolía del sufrimiento de una espera que nunca llega, dejar escritos por todos lados y no tener respuesta alguna…

Tener que culpar a la noche y dejar morir tu nombre en mi garganta, ver tu rostro en una fría máquina, beber mi saliva de tanto querer hablarte… suplicar que las horas pasen ya, tener la noche en mi contra y no poder dormir… y al cerrar mis ojos aun no estás tú aquí…