sábado, 8 de febrero de 2014


La huesuda libidinosa…

Flaca coqueta huesuda que vas por la vida causando la muerte… tu piel pálida pegada a tu cuerpo vestida de negro, alta y fría… tu sonrisa seductora y burlona, sabes aparecerte en el momento en donde nadie te espera… imprudente mujer… que a veces hasta el más desahuciado quisiera evitarte…

Tu caminar es lento… y en tu paso el aire se congela… dicen que primero te apareces a los pies del lecho y cuando el respiro del moribundo se agudizan, subes como hambrienta hiena a la cabecera y con tu manto cruel ahogas en él un último aliento y miras por todos lados y te vas de a poquito burlándote de quien se queda a llorar…

Eres hueso por donde se te mira, tus ojos hundidos como cavernas estrechas apestosas… te ríes y tus dientes podridos se confunde con tu aliento de azufre que causa la peste y con ello la muerte… esos ojos rojos fuego que contrasta con la palidez de tu pellejo podrido… pretendiste ser seductora y de eso no tienes nada…

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