Tan hermosa es esa rosa e insegura de su belleza que al verte se sintió humillada y se quiso marchitar… tan roja que comparados a tus labios se dibujaban como pétalos en tu bella sonrisa…
Tan hermosa rosa que se estremecía con el viento y sus pétalos se movían delicadamente, con el vaivén y así tu cabello imitaba aquel movimiento… y el aroma de tu piel se confundía con su perfume natural…
Tan hermosa rosa que reposa en tu pecho y sus espinas no lastiman… eres hermosa y delicada, lo rojo de tus labios se confunde con los pétalos y yo como abeja me acerco seductor para beber de tu miel…
Tan hermosa, que quisiera arrancarte y plantarte en el jardín de mi corazón y beber de tu miel cada instante de mi vida…
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