domingo, 20 de abril de 2014


Aprendí...

Aprendí a cosechar los sembrado por la vida, que lo malo se paga en esta vida… y lo bueno a veces no se valora, que la envidia y la hipocresía van de la mano  son amigas sostenibles de la maldad… cada flor es bella pero en su tallos tienen espinas, es cruel solo ver su belleza sin tener en cuenta lo malo y el daño que causan sus espinas…

Aprendí que si se da un paso el siguiente es decisivo,  que si miras a los ojos,  es tema de sinceridad…  pero a veces es de desafío, las manos abiertas están esperando recibir a lo que por suplica nos corresponde… no entendemos que mejor es dar a pesar que no encontremos satisfacción para nosotros… la vida se esculpió en arcilla y son el agua que como lagrimas destruyen la belleza… a veces es como una flor que cada lagrima como agua le da más vida… porque es alegría y de amor…

Aprendí a contar hasta diez cuando algo me afecta y la ira se apodera de mi… medito ante tanta soberbia y el orgullo se destierra como sombra al caer el sol… a veces creo entender porque lo alto de las estrellas, porque el canto de las aves… me emociono tan solo con tocarte, con verte y es mi vida que se apodera de sentimientos puros sin ver la belleza externa… sin sentir tu rostro sino tu alma…

Aprendí a caminar lento por la vida sin previo apuro… a dar paso seguros y lentos… desafié en su momento al destino pase siguiendo mis mismos pasos creyendo poder atrapar los míos…  mucha gente me pido una dirección y me rio… pues no se el mío, y es probable que nunca supe de dónde vengo y a donde voy,  solo mi camino me lleva hacia ti y es ahí donde quiero morir…

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